LA PROPUESTA DE RESPUESTA, LO HABITUAL

En la vida cotidiana, la propuesta de respuesta está relacionada con nuestras intenciones adaptativas. Esto significa que, ante un estímulo, la respuesta que se prioriza es aquella que mejor se adapta a nuestras necesidades y circunstancias. La conciencia humana tiende a asociar respuestas basadas en experiencias previas, buscando siempre un ahorro de recursos neurales mediante la globalización de respuestas. Cuando hay una discrepancia entre la respuesta propuesta y la respuesta percibida, se discrimina la naturaleza del estímulo, lo que puede llevar a una adaptación o re-asociación con otros grupos neurales más compatibles (www.Sintesis neural 6.html) . Esto resalta cómo nuestras experiencias y recuerdos influyen en la forma en que respondemos a los estímulos en nuestro entorno.

INCLUSO, LA PROPUESTA DE RESPUESTA ES LO QUE ANTECEDE A LA PERCEPCION SI NO HAY UN ESTIMULO ALERTADOR

🧠 Es cierto que, en muchas ocasiones, la propuesta de respuesta puede anteceder a la percepción del estímulo, especialmente cuando no existen estímulos alertadores. Este fenómeno se produce porque la respuesta adaptativa, generada por la red de asociación, busca refuerzo en el sistema de percepción. Si encuentra contenido que lo respalde, se refuerza; de lo contrario, busca percepciones alternativas en otras redes neuronales (www.Sintesis neural 6.html) .

Esto implica que nuestra conciencia, tanto genética como experimental, guía nuestra actividad hacia la adaptación, basándose en experiencias previas y la biología subyacente. Por ejemplo, al encontrarnos con escaleras mecánicas detenidas, podemos inicialmente percibir que están en movimiento, lo que puede llevar a tropezar (www.Sintesis neural 6.html) . En resumen, la respuesta adaptativa puede preceder a la percepción, lo que resalta la importancia de nuestras experiencias y la memoria en la construcción de la realidad que percibimos.