TEXTO ORIGINAL


IA, CONTRA IS


No cabe duda que la I.A. (quizás mal denominada Inteligencia Artificial) abre recursos muy válidos y se va a imponer en muchos procesos de información, si bien, como es lógico, adolece del sentido crítico necesario. Todo lo contrario, que la Inteligencia Sintética o I.S. que también a la larga puede convertirse en I.A.S, es decir Inteligencia Sintética Informática; por el momento sólo es asistida por ordenador, si bien con el paso del tiempo podrá ser totalmente informática.

La IA nos da las respuestas más comunes, incluso integradas, a partir de las descomunales bases de datos almacenadas en los ordenadores de los gigantes de la información, como Google. Si bien, la copia reiterada de la información “ortodoxa” e incluso cada vez más del nefasto “copia y pega” hacen que la información sea cada vez más mono-color, es decir, no contrastada, o sometida a un proceso natural de tesis y antítesis, imprescindible para una síntesis válida, es decir, la Inteligencia Sintética, basada en el pensamiento, por ejemplo, de Descartes, de una sola ciencia inter-modal o la confluencia causal del conocimiento...

Por ejemplo, si estuviéramos en la edad media, con los actuales avances tecnológicos, por reiteración la I.A., sometida al poder de entonces, nos diría que la Tierra es el centro gravitatorio del sistema planetario, simplemente por reiteración del entorno social y la prevalencia de lo más “conveniente” sobre lo más probable.

Fin del texto original.


Sometido el texto, bastante desordenado, a la I.A. de Bing, vemos virtudes y defectos del proceso.

Por ejemplo: en el artículo se critica el nombre de Inteligencia Artificial en su conjunto, ya que podría ser más coherente el de Inteligencia Informática. Es decir la I.A. cuestiona tal crítica.

El redactado es mejorado en su conjunto, incorporando aclaraciones como filosofo Descartes.

La idea crítica es suavizada, adaptándola al sentido más común, si bien el contenido ideológico del texto sufre variaciones significativas.


TEXTO CORREGIDO POR LA I.A. DE BING


Sin duda, la Inteligencia Artificial (I.A.), aunque a veces mal denominada, abre recursos muy válidos y se impondrá en muchos procesos de información. Sin embargo, como es lógico, carece del sentido crítico necesario. Por otro lado, la Inteligencia Sintética (I.S.), que a largo plazo podría convertirse en I.A.S (Inteligencia Sintética Informática), actualmente solo está asistida por ordenadores, pero con el tiempo podría ser completamente informática.


La I.A. proporciona respuestas comunes, incluso integradas, basadas en las enormes bases de datos almacenadas en los ordenadores de gigantes de la información como Google. Sin embargo, la reiteración constante de información “ortodoxa” y el creciente uso del “copia y pega” hacen que la información sea cada vez más monocromática, es decir, no contrastada ni sometida a un proceso natural de tesis y antítesis. Esto es esencial para una síntesis válida, que es precisamente lo que ofrece la Inteligencia Sintética. Esta última se basa en el pensamiento de filósofos como Descartes y busca una confluencia causal del conocimiento.


Por ejemplo, si estuviéramos en la Edad Media con los avances tecnológicos actuales, la I.A., sometida al poder de entonces, afirmaría que la Tierra es el centro gravitatorio del sistema planetario, simplemente debido a la reiteración del entorno social y la prevalencia de lo más “conveniente” sobre lo más probable.