MOMENTOS PROBABLES DE EL INCREMENTO DE LONGEVIDAD DE LOS HUMANOS


Si comparamos las edades y longevidad de distintas especies complejas, podemos apreciar que tras el proceso de crecimiento máximo o “generación” del individuo, se inicia el proceso de “regeneración” o deterioro progresivo de la estructura pluricelular hasta la muerte pluricelular.

Algunas especies como los cocodrilos parecen crecer continuamente hasta, en condiciones favorables, la auto-inmovilización por gigantismo, son reptiles con un metabolismo muy bajo.

Los primeros simios.-

Determinados tipos de roedores arborícolas parecen ser los antecesores de los primeros simios antecesores de la especie humana.

Australopitecos.-

África es el continente de donde parece irradiar la especie humana. Aunque hay fuertes diferencias genéticas con los antecesores de Oceanía, no parece probable que los humanos no provengamos todos de unos pocos individuos australopitecos que tuvieron “la fortuna” de hacerse cazadores ya en la fase de homo-hábilis.

La cultura del lago Turkana es el inicio de una forma tecnológica de caza que significara la capacidad de dominio del hombre hábil. La caza es el origen de la inteligencia. No sólo el construir útiles de caza significa hacer hábil al hombre, la necesidad de comunicación en la caza en grupo lo hace sociable y el lenguaje utilizado para comunicarse en pensante o sápiens de forma paulatina en una fase posterior. Al igual que los cánidos o los delfines son sociales e inteligentes por cazar en grupo, los humanos experimentarán un proceso semejante, pero más intenso. No olvidemos, que los humanos además poseen unas manos que de asirse a los árboles, les hizo constructores.

Las manos tecnológicas y la inteligencia del hablador, unidas son el revulsivo de la especie humana. Por otra parte, la capacidad manual de conservar las ideas en la escritura creó al homo sapiens-sapiens, sólo hace unos pocos miles de años.


La historia de la humanidad se puede dividir en las fases de sus hábitos de subsistencia:

Fase pre-homínido, sedentario herbívoro, ya descrita del australopiteco.

Fase de homínido-cazador a sapiens-sapiens.- Fuerte incremento de la inteligencia (de homo hábilis a sapiens). Expansión por todo el planeta progresivo perfeccionamiento del lenguaje y, por tanto, de la inteligencia.

Fase sapiens-cazador a sapiens-sapiens cazador-ganadero.-

La emigración tras la caza le hace nómada, pero el mantenimiento al final del periodo de un equilibrio ecológico, con la conservación de forraje para los animales y para si mismo durante el invierno, lo convierten en recolector ganadero y territorial-trasumante. La comunicación ideográfica con dibujos facilitados por los primeros asentamientos lo convierten en sapiens-sapiens.

Fase ganadera-agraria a grandes asentamientos-nacionales.-

Del forraje para los animales nace la agricultura. Además de dar de comer a los animales, los cereales proporcionan subsistencia incluso al ser humano. Los asentamientos de grandes proporciones son la causa de la formación de grandes agrupaciones supra-familiares o supra-tribales.

La creación de grandes asentamientos requiere de la especialización de la población. Nacen los ejercitos como medio para compartir los recursos de defensa que casi siempre llegan a alcanzar el poder y el sometimiento del resto de la población a la figura del general en jefe o rey.

Los grandes asentamientos permiten crear el comercio con los intercambios de excedentes agrarios o ganaderos. El comercio creará las oportunidades de productos incluso no imprescindibles para la subsistencia o la defensa. Se crean los productos de consumo y las rutas comerciales que posibilitan además los intercambios culturales, gracias al perfeccionamiento de la comunicación ideográfica sobretodo cuando se alcanza la escritura alfabética.


Si tuviéramos que analizar el momento de la evolución humana que la hizo más longeva, de ahí que los humanos podamos vivir de media más del doble que primates “parientes próximos”, como los gorilas o chimpancés entre otros; tendríamos que valorar los factores diferenciales que posibilitaron ese incremento de edad.

El momento más probable sería durante la fase evolutiva de homo-hábilis.

En esa fase, carente todavía sobretodo al inicio de comunicación grupal suficiente de experiencias que favoreciesen a los más jóvenes, a causa de un lenguaje insuficiente; la experiencia individual era selectiva, de forma que el individuo más experimentado en la caza o en la supervivencia prevalece sobre el más joven aunque sea éste más ágil o fuerte.

Este proceso de selección natural, aparentemente podría parecer que habría ralentizando el metabolismo. A más tiempo para aprender por una velocidad biológica más lenta, más capacidad de supervivencia, ya que los primates alcanzan la madurez y edad reproductiva aproximadamente a la mitad de edad que los humanos.

La posibilidad de supervivencia de una especie radica básicamente en alcanzar cuanto antes la edad de reproducción, lo que reduce los peligros del entorno. Contra esto, los humano hábilis impusieron lo contrario; era más importante o selectivo el prolongar el conocimiento del entorno que reducir el tiempo del peligro potencial para la supervivencia.

Pero no fue por la reducción del metabolismo, fue al revés; es decir, los humanos hábilis incrementaron el metabolismo, lo que haría prolongar la edad media del individuo selectivo al posibilitar una mayor capacidad cerebral por un mayor metabolismo. Aunque maduro, una mayor capacidad de síntesis neural le haría más capaz de sobrevivir y reproducirse.

El periodo de evolución del homo-hábilis dura más de un millón de años, por tanto, más de 50.000 generaciones, tiempo suficiente para proporcionar profundas variaciones biológicas a la especie humana. En comparación, la fase sápiens posterior, aunque sin fronteras bien definidas, sería por lo menos diez veces menos prolongada. En esta fase sapiens, con mayor facilidad de comunicación de experiencias colectivas, las circunstancias ya no favorece tanto al individuo de mayor edad.

Por tanto, se pude deducir que el cerebro humano marca la pauta de comportamiento biológico de la especie, incluso de sus bases. Es probable, que la conservación incluso el incremento de la síntesis neural favorezca la prolongación de la vida humana.