SINTESIS ECONOMICA 3
EL LIBRE COMERCIO, MOTOR DE LA CIVILIZACION
LOS ORIGENES DE LA CRISIS ECONÓMICA OCCIDENTAL
En 1973, Texas Instruments lanza al mercado el microchip, por requerimiento previo de la tecnología espacial. Primero, entran en juego las calculadoras y relojes y después los ordenadores domésticos. A partir de ese momento, la informática pasa a ser un producto masivo de consumo y, por tanto, susceptible de entrar en competencia de marcas, con la imprescindible necesidad de reducir costes.
Al igual que había pasado con el transistor en los años 50, que hizo aparecer a Japón como potencia económica de la nueva electrónica; la microinformática enseguida encuentra una mejor rentabilidad en Asia (Hong Kong, Taiwan, Singapur, Malasia…), por la reducción de costes de producción, sobretodo porque los costes de transporte en estos productos no son elevados.
En bloque, las nuevas tecnologías se desplazan a Asia, haciendo decaer imperios anteriormente tan consistentes como el “gigante azul” IBM.
Por otra parte, los propios medios de transporte se globalizan a partir de las costosas consecuencias del cierre del canal de Suez en la última guerra entre Egipto e Israel.
Con Carter, la economía norteamericana empieza a dar síntomas de recesión.
Con la llegada a la casa blanca de Reagan, la situación internacional cambia radicalmente, se produce el derrumbe del bloque comunista. La inversión élite en alta tecnología estratégica ya no tiene razón de ser. Por otra parte, la carrera del espacio ya había finalizado y las fuentes tecnológicas de nuevos productos, el gran privilegio de Estados Unidos y Occidente prácticamente desaparecen.
Siempre se ha dicho que: “o se vende nuevo o se vende más barato…”, ahora sólo queda vender más barato y Occidente no está en condiciones de ser competitivo.
Reagan no ha tenido suerte; el órdago de “la guerra de las galaxias”, con el que pretendía invertir y rentabilizar nuevas tecnologías estratégicas que retornaran a las condiciones ideales de la carrera espacial fue tan fuerte que sus oponentes soviéticos muy tocados y debilitados por la glasnost de Gorbachev se derrumban y abandonan el juego.
La mayor parte de grandes proyectos en tecnología: espacial, láser, superconductividad, supercomputación, etc… pierden motivación y, por tanto, presupuestos. Pero Reagan pretende ser un hombre práctico y se empeña en activar la economía, pero ahoya ya con soluciones que a la larga serán funestas. Coloca al mando de la Reserva Federal a un recomendado de sus amigos el matrimonio Friedman, Aland Greenspan, que aplicará progresivamente técnicas monetaristas, endeudando progresivamente a la sociedad norteamericana.
En 1982 el tipo de interés en Estados Unidos rondaba el 14 por ciento. Había ido creciendo de forma progresiva desde el final de la II Guerra Mundial. El ahorro estaba muy por encima de la inversión. El milagro Reagan era muy sencillo: bajar progresivamente el tipo de interés sacándolo del libre mercado y forzándolo a las directrices de la Reserva Federal; de esta forma se incrementa el consumo y con ello la producción. Por otra parte, se quiere más a un país consumidor que a uno productor. Cuando se necesite capital, ¿quien le va a negar el crédito a Estados Unidos…?
Por otra parte, si repunta la inflación, con 14 puntos hasta llegar a 0, hay un margen de maniobra casi “infinito”. El “infinito” fueron 25 años para la primera potencia económica mundial. Para otros no tan poderosos, como primero Japón y ahora Europa, poco más de diez años.
La economía de mercado basada en equilibrio entre la oferta y la demanda, cuando ambas son libres de intervención externa, no es un sistema económico orientado por los humanos. Es el proceso natural de intercambio de intereses en cualquier mercado, incluso en el biológico donde se llama simbiosis. Es casi una ley física. Por tanto, no es un sistema que sea responsable de nada en la economía mundial. Es como decir que hay que acabar con la gravitación para evitar los accidentes aéreos.
Otra cuestión es el monetarismo, ideado por Milton Friedman y utilizado desde la época Reagan, al principio aparentemente con gran éxito en EEUU, por Alan Greenspan. Se basa en dejar hacer a la economía de mercado salvo en el sector bancario, cuyo tipo de interés no debe depender de un mercado libre basado en el equilibrio entre el crédito y el ahorro de cada momento económico. Dentro de la teoría monetarista, debe adaptarse a unas directrices muy simples marcadas por un organismo central, en EEUU la Reserva Federal.
En resumen, el monetarismo se basa en activar la economía bajando el tipo de interés cuando se encuentra en recesión y, por el contrario, limitar el crecimiento subiendo el tipo de interés cuando hay inflación. De esta forma, ha sido posible en EEUU mantener un crecimiento sostenido, incluso y aquí está el problema, en épocas de prolongada recesión industrial comparada con la de Oriente.
A raíz del crecimiento inusitado de la industria y comercio en Oriente, el conjunto de la economía occidental ha perdido protagonismo. De no haberse activado la economía, en clara recesión, bajando de forma artificiosa el tipo de interés, muy por debajo del tipo medio natural situado entre el 5 y el 7 por ciento, se hubiera limitado el consumo en Occidente incrementando el ahorro. Por tanto, se hubiera equilibrado el déficit sobretodo bancario de Occidente.
Otros sistemas económicos más posibilistas, deberían ser más útiles, que la “selva” del mercado libre, salvo por el refrán de siempre: quién parte y reparte se lleva la mejor parte… y, en la economía de mercado, quien reparte por suerte no tiene parte…
Nota aparte:
Por debajo del cinco por ciento, y más si hay impuestos a deducir, el ahorro no se considera rentable, ya que apenas compensa el incremento medio del IPC. Cualquier otro tipo de inversión: bolsa, inmobiliaria, etc… ha dado resultados más satisfactorios.
UN POQUITO MAS DE PAN PARA HOY, EN ESPERA DEL MILAGRO DE MAÑANA
El principal problema de la falta de recursos para mantener una financiación que alcance a todos es el evidente déficit bancario occidental e incluso global. La activación de la economía a base de bajar los tipos de interés, ha hecho crecer los plazos de amortización y el endeudamiento general.
Aunque no hubiera morosidad, la lenta amortización hace imposible regenerar nuevos créditos sin el aporte de nuevos capitales y estos, que provenían en buena parte de Oriente, escasean cada vez más.
Las nuevas líneas del inversor oriental son las de crear sus propios negocios, antes que invertir en el dudoso futuro de las empresas y bancos occidentales, incluso entre los residentes en Occidente. A nivel local, es fácil ver el gran incremento de negocios dirigidos por orientales, con el valor añadido de su gran capacidad de trabajo.
La revaluación constante del euro hasta hace poco, hizo aflorar grandes cantidades de capitales de Oriente y de fuera de Europa, dada la elevada rentabilidad ( rédito = euribor+ cinco por ciento de revaluación anual del euro), lo que reportaba unos intereses sustanciosos próximo al diez por ciento, además de estar ampliamente garantizados. Ahora, ya nada es igual.
Los bancos europeos saturados de dinero compraron de todo, incluso paquetes sorpresa, poco recomendables disfrazados por los bancos norteamericanos, avanzados ya en la crisis.
LAS GRANDES SOLUCIONES DEMOCRATICAS: MÁS DE LO MISMO
¿Qué hacer, ante el enfermo crónico?. Naturalmente, remedios paliativos… que permitan acabar con sosiego la legislatura.
Si los bancos occidentales ya no consiguen dinero, los propios gobiernos se los prestan para que todo siga igual. Pero ya nada es igual. ¿De dónde lo pueden conseguir los gobiernos? ¿de incrementar la deuda pública?, ahora ya la necesitan por si mismos para mantener el acelerado gasto público.
¿COMO RALENTIZAR EL RENACER DE ORIENTE?Occidente ha perdido la carrera económica, ahora casi nadie duda de ello. En un mundo globalizado, las empresas no tienen ni patria ni rey. Oriente, además de otras áreas emergentes, recupera su antigua preponderancia económica. ¿Cómo limitar su crecimiento o, al menos, ralentizarlo?.
Europa tiene experiencia en la creación de barreras arancelarias supuestamente ecológicas, incluso dentro de la propia Unión, que protegían en su momento los intereses de las empresas de los países que llevaban la batuta.
A principios de los ochenta, se descubre la corriente marina anómala ENSO en el Pacifico, que de hecho siempre ha existido y era conocida por los pescadores peruanos desde hace siglos, mucho antes de la revolución industrial, como la corriente del “Niño Jesús”.
Nirenberg y otros, consideraron al principio que se trataba de un fenómeno nuevo producido por el aumento de la temperatura media de la Tierra durante el siglo XX.
Por otra parte, las sondas rusas Venera habían llegado a Venus descubriendo unas dantescas condiciones en la superficie del planeta producidas por su densa atmósfera de CO2.
Las ancianas teorías de Arrenius y otros se rescatan del olvido. Empieza a tomar cuerpo que el CO2 puede ser un argumento útil y sobretodo utilizable.
Es posible moderar el crecimiento de las economías emergentes mediante controles “técnicos” ya que la técnica es patrimonio todavía de Occidente.
EL CONTROL DEL CO2, LA GRAN ESPERANZA BLANCA
El control del exiguo 0.04% de CO2 que compone el conjunto de la atmósfera terrestre es una buena salida a la idea de ralentizar el crecimiento de las economías emergentes, principalmente orientales.
Por otra parte, y eso es cierto, el petróleo no es inagotable: si no se toman soluciones, a medida que las reservas de oro negro se vayan limitando, los precios del crudo se dispararán, como de hecho sucedió durante la crisis del Canal de Suez en los años 70.
Todos los políticos occidentales están de acuerdo en buscar alternativas al petróleo. No se puede volver a pasar por lo mismo y por la dependencia de la OPEP… Hay que buscar soluciones drásticas. Controlar a nivel mundial las emisiones de CO2 parece una medida apropiada y así se matan, no dos, sino tres pájaros de un tiro: limitación del consumo de petróleo y de la dependencia consecuente a la OPEP, ralentización del desarrollo de los países emergentes en espera de la readaptación de la economía occidental y, por último, creación de nuevas tecnologías, evidentemente fáciles, ya que no necesitan ser competitivas en un mercado protegido.
Al principio, a los gobernantes americanos la idea de la problemática del CO2 no les parece válida. Es un país productor, con sectores comprometidos con el petróleo, y sobretodo, es la principal nación productora de ciencia y, por tanto, encontrará dificultades para conseguir “autos de fe” entre sus científicos. Pero, las expectativas de nuevas tecnologías fáciles y rentables como los molinillos de viento o los espejos calefactores son prometedoras y, pronto se presentan lobis patrocinadores…
Todo se basa en conseguir un buen adalid. Lo será Al Gore. Hubiera sido deseable un gran científico, premios Nobel no le faltan, incluso algunos vinculados originalmente al cambio climático de origen antrópico, pero grandes cerebros auténticos especialistas en geofísica como Fred Singer y otros se manifiestan contrarios. Como veremos el futuro IPCC recibirá el premio Nobel, pero no el que sería lógico, el de física. Recibirá el premio Nobel de la paz, premio en gran parte destinado a los políticos y de política se trata, no de ciencia.
Nadie duda que la salvaguarda del medio ambiente sea una cuestión prioritaria para la defensa del futuro de la humanidad, pero ponerse ahora en contra del poco alimento de CO2 que les queda a las plantas tras la explosión biológica de la eras primaria y secundaria, parece un poco absurdo. Además, la temperatura media estándar de la Tierra, reducida tras la explosión principalmente del volcán Tambora en 1815, se alcanzara en pocos años y ni el mercurio ni el CO2 seguirán subiendo. Esperemos que no se de una erupción VEI VI o superior en los próximos años o que no caiga ningún asteroide. En las próximas décadas será difícil certificar el aumento de las temperaturas si no pasa nada. Pero si sucede alguna gran erupción las temperaturas se desplomarían y con el todo el sistema. La gran vergüenza de Occidente llegaría demasiado pronto.
EVITAR LAS REVOLUCIONES CULTURALES
El duro periodo histórico que sufrió China, desde “El gran salto adelante” (1960) hasta el fin de la “Revolución Cultural” (1975), fue causantes de una hambruna que mató a 30 millones de personas e hizo que todo un partido comunista chino se replanteara la necesidad de girar 180 grados el rumbo de su sistema económico y adentrarse en la, esta vez incluso milagrosa, selva de la economía libre.
El sistema chino actual es sencillo: la política no debe entrometerse en la economía y ésta debe dejar hacer al partido comunista su labor a largo plazo. China es el país de la paciencia y de las largas marchas. Para ello, las estructuras económicas chinas deben pagar tan solo un diezmo al partido comunista, para lo necesario y suficiente.
Por el contrario, las economías inter-electorales occidentales tienen sólo cuatro años para endeudarse en lo posible, lo que siempre a nivel de partido es conveniente. Endeudarse significa: comer y dar de comer incluso hasta hartarse y, sobretodo, que la siguiente legislatura de la oposición limpie los platos…
La crisis actual nos debería hacer aprender de la historia y ver que la intromisión política en la economía causa grandes y pequeñas pero siempre nefastas revoluciones culturales. Incluso el monetarismo de Friedman y Greenspan, una estructura económica “casi” libre, no ha dado resultados positivos, por culpa de “casi”.
El partido comunista chino no tiene que enmarcar realizaciones de cara a su opinión publica. Tiene todo el tiempo del mundo y una capacidad de ahorro que le permite dejar dinero a los derrochadores electorales occidentales. Con el tiempo podrá enmarcar su política con los hilos de oro que ya mueven ahora la economía mundial.
EUROPA Y EL MONETARISMO
Gracias al descenso casi permanente de los tipos de interés, la economía norteamericana experimentó durante más de 20 años una reactivación persistente consolidada con la salvaguarda del sistema monetarista incluso por Clinton, pero a su vez creó un endeudamiento astronómico con las economías emergentes principalmente de Asia. Europa quedó al principio bastante al margen del problema, hasta la convergencia al euro. La necesidad de abordar la nueva moneda con un déficit publico cero, “iluminó” a los políticos europeos reacios hasta entonces a bajar el tipo de interés. Naturalmente, hubo consenso y el euribor siguió los pasos del tipo americano. Las consecuencias fueron inmediatas, se disparó el consumo, sobretodo en el sector más estimulado: la vivienda; la gran panacea de las administraciones. La vivienda es uno de los pocos productos que no se importa y da trabajo local. Por otra parte, a todos menos al comprador interesa que sea muy cara. Los impuestos (licencias, escrituras, etc…) se cobran de inmediato, mientras el comprador dedicara una o más vidas para pagarla.
Los resultados fueron más que satisfactorios. Casi todos los países cumplieron en el 2000 con el inicio del euro y las arcas públicas saneadas.
¿Por qué no seguir endeudando un poco más a la población?...
Con el euro en marcha todo tenía que volver a su sitio. Pero, endeudar un poco más a la población puede mantener la euforia económica y la mayoría de los gobiernos europeos estuvieron de acuerdo en persistir en la solución monetarista.
ESPAÑA TAMBIEN CON FRIEDMAN
En España, el gobierno del PP mantiene la premisa monetarista a inicios del nuevo milenio, el precio de la vivienda se dispara a medida que aumenta la construcción y baja el tipo de interés. Los ingresos consecuentes de las arcas públicas crecen más del siete por ciento cada año. No obstante, Aznar frena la recaudación creciente, bajando impuestos. Como consecuencia, la actividad económica se dispara aún más. “España va bien”…, incluso al galope.
Sube el gobierno socialista. La respuesta del nuevo gobierno Zapatero sobre la situación es la de mantener la continuidad, salvo en lo de reducir impuestos…
A medida que se incrementa la recaudación, sube el gasto público. Se crean tres millones de puestos de trabajo, en gran parte del sector público o para-público y en su mayoría en las administraciones. Al contrario que sucede en las oficinas de las empresas del sector privado, que no paran de reducir los puestos de trabajo a medida que avanza la informatización; en el sector público la informatización no sustituye a nadie. Las administraciones crecen y crecen, en algunos municipios ya son “pocos” los que están fuera…
Estalla la burbuja inmobiliaria. “Todos sabíamos que tenía que pasar; la burbuja ha estallado, con lo inmensa que era. Parece mentira que haya durado tanto y que “mala suerte” que no durara más todavía…¡Mira que ganar las últimas elecciones. A nosotros nos tenía que tocar! Si puedo ir tirando…, con un poquito más de lo mismo... Todo se basa en aplazar pagos hasta la siguiente legislatura… Que muerto le va caer al siguiente… Que reduzca plantilla, si se atreve…”
ECONOMIA PROTEGIDA, ECONOMIA PERDIDA
Un determinado partido o un grupo de cualquier naturaleza (grupo x) alcanza el poder, ya sea en democracia o de forma impuesta. El grupo x, tiene la capacidad de favorecer a una determinada empresas (empresa z) para que acceda con mayor facilidad a un mercado que está directa o indirectamente protegido. Como consecuencia, la empresa z, pague o no comisiones al grupo x, no requiere ser competitiva para obtener beneficios.
Si z no ha pagado comisiones a x, no es ni siquiera delictiva. Pero, cuando el grupo x, abandona el poder, la empresa z, al no ser competitiva no puede abordar un mercado libre y mucho menos otro intervenido que apoye ahora a otra nueva empresa j.
De todo ello, podemos afirmar que la intromisión política o incluso gremial en el mercado libre limita la competitividad de las empresas y, algo mucho peor, reduce o incluso anula el mercado de libre competencia.
No sólo en España, también en otros países europeos el crecimiento de la estructura política ha hecho menguar el mercado libre y con ello la capacidad competitiva de las empresas europeas.
En España, la sobre-estructura política se extiende progresivamente invadiendo mercados que antes eran muy competitivos. Por ejemplo: Catalunya, alejada antaño de los privilegios políticos más vinculados a Madrid y de ahí su éxito histórico, ha reducido progresivamente su capacidad de competencia a medida que los partidos políticos han invadido, tanto las empresas, como la propia libertad de mercado. En consecuencia, la empresa libre y competitiva con capacidad exportadora ha perdido peso a medida que la economía catalana se adentra en un mercado interno protegido, cada vez más local.
Para dar la imagen contraria, muchos trabajos y servicios del sector público se externalizan, pero casi nunca hacia el mercado libre. Por lo común, pasan a formar parte de la poco competitiva empresa protegida, que en muchas ocasiones se limitará a subcontratar el servicio a otra empresa, a veces también protegida, que incluso volverá a hacer lo mismo, encareciendo y deteriorando la calidad del servicio.
NÚMEROS:
En España el crecimiento de la deuda global ( administración + bancos + empresas+hogares) pasó en el periodo 2001 al 2011: desde el 200 por ciento del PIB hasta más del 400 por ciento, lo que indica un endeudamiento medio del 20 por ciento anual, sin duda un incremento descabellado de la deuda global, dando lo mismo el sector donde se acumule. En dicho espacio de tiempo, el PIB ha crecido de media un dos por ciento cada año. Es fácil, ver que el crecimiento real de la economía ha sido claramente negativo.
Con el descenso de los tipos de interés, desde la “convergencia al euro” a finales de los noventa y la subida de Aznar al poder, se redujo el déficit público a expensas de un mayor endeudamiento de las familias, por el incremento del precio de la vivienda y también del endeudamiento apadrinado de las empresas públicas o para-públicas, es decir, las grandes, que en España son pocas. En la segunda mitad de la década “catastrófica”, el endeudamiento de las empresas pasó sobretodo al sector inmobiliario y por último a los propios bancos, al no poder hacer frente gran parte de las inmobiliarias a sus deudas bancarias y tampoco muchos particulares a sus hipotecas “astronómicas”.
Con los particulares, los bancos pueden recuperar parte de la deuda, quedarse los pisos que por lo menos existen, presionar a los avaladores, etc… En el caso de las empresas inmobiliarias, la situación es mucho más fantasmal. Muchas de las empresas inmobiliarias son tan efímeras como inconsistentes. Gran parte de sus obras quedaron en simples proyectos o poco completadas, el producto a embargar por los bancos es mucho menos tangible y ¿qué banco quiere más viviendas…?.
La burbuja superó en 2010 los 300.000 millones de euros asumidos, si bien la cantidad real podía ser muy superior.
En 2011, Chile es el país de Hispanoamérica que más ha incrementado el PIB, si bien de forma sospechosa su tipo de interés es inferior al uno por ciento. Por el contrario, otros países emergentes como Méjico superan el 10 por ciento en el coste de sus créditos. Por tanto, Méjico presenta un amplio recurso de reducción hasta el 6 o 7% (natural) que aceleraría su economía si fuera necesario. A inicios de 2011, China y la India están en el tipo medio recomendable (6 a 7 por ciento), “recomendable” porqué tiende a equilibrar el crédito con el ahorro y, por tanto, no dispara la inflación ni reduce, por exceso de ahorro, el consumo.
EL DEBE Y EL HABER MUNDIAL MÁS DESEQUILIBRADOS QUE LA MATERIA Y LA ANTIMATERIA DEL UNIVERSO
Es realmente difícil conocer la situación económica de cada estado.
De hecho, a nadie le interesa hacer difusión de sus números más íntimos, incluso a veces se desconocen o, mejor dicho, son desconocidos adrede; sobretodo porque hay mucha deuda recolocada. Algunos informes son bastante objetivos. Pertenecen a sectores bastante independientes del sector económico, mucho más implicado y, por tanto, menos sincero.
Uno de los mejores es el editado por la C.I.A, norteamericana.
Se basa en conocer sobretodo el déficit global de cada nación por la suma de cuatro áreas: déficit público, de los bancos, de las empresas y de las familias. Cuando la situación es crítica se resume en la deuda real y no aparente de los bancos, quienes tendrán que asumir los impagos en situación de crisis de los otros sectores.
Por ejemplo, estando el tipo de interés por los suelos, muchas empresas apadrinadas políticamente podrán acumular créditos decenas de veces superiores a su valor tangible, simplemente se basará en que puedan seguir recibiendo créditos para cubrir gastos internos y externos … y refinanciar su deuda, lo último no es difícil estando el euribor por debajo del uno por ciento.
Hay países que las grandes empresas se cuentan sólo por decenas y en cambio acumulan deudas conjuntas superiores a las del sector público; no pocas pertenecen a sectores absolutamente obsoletos sobretodo de la industria, comunicación y servicios.
Durante la década “prodigiosa” del 2000 al 2010, con el aval del euro, la deuda global española pasó de un 200 por ciento del PIB a más de 400 %.
De cualquier forma, si intentamos hacer balance entre países deudores y acreedores veremos que los números negros y rojos no cuadran en lo mínimo. El debe y el haber global que tendrían que igualarse se encuentran extremadamente lejos, por tanto, un gestor de cuentas afirmaría que el mundo estaría en quiebra, sobretodo en el sector bancario, si sus números reales fueran accesibles.
La razón es muy sencilla, el mundo se ha polarizado en dos áreas que se complementan en su desequilibrio progresivo e inflacionario: un oriente productor y un occidente consumidor.
La sobre-producción industrial de oriente y sobretodo de China no encuentra, por ahora, mercados válidos alternativos al occidental, al que debe nutrir de créditos y facilidades para que no decrezca su nivel de consumo y así mantener la producción de su industria. El mercado occidental es incapaz de generar de forma competitiva productos que le liberen de la dependencia industrial con oriente.
A primera vista, parecería que todo se transforma en un incremento del pasivo de occidente que se traslada al activo de oriente. Pero no es así, si oriente pospone cobros con occidente no puede capitalizar su sistema productivo y requiere, a su vez, de créditos para pagar las materias primas, incluso, para el mantenimiento de sus fábricas. Pero: ¿de dónde sale tanto crédito?.., tanto para el consumo occidental, como para el productivo oriente. Es evidente, que del único sitio que puede venir, del futuro.
¿Cuan extensa puede ser la deuda mundial con el futuro y cuanto puede durar..?
Los valores que se dan de la deuda mundial, que parecen disparatados son sólo la punta del iceberg
PREGUNTAS:
¿Es real la evolución económica por el incremento del PIB a partir del endeudamiento?... ¿Es una falacia de los políticos…?. ¿Ha existido crecimiento económico real en Occidente en los últimos 15 años…?
Si en el caso de España el endeudamiento multiplica por diez el incremento medio del PIB: ¿deberíamos hablar de recesión continuada incluso en los años con crecimiento del PIB…? ¿Debería aplicarse otro índice de valoración de la “riqueza” u otro concepto de actividad económica que el PIB…? , quizá, ¿PIB-deuda?...
SOLUCIONES:
A la larga, de recuperar algo el equilibrio económico, la solución monetarista, que nada tiene que ver con la economía libre siempre deseable, sería: mantener un tipo fijo del seis por ciento para evitar nuevos desmadres y desmanes…
A corto plazo, para crear empleo, ponernos en nuestra situación real de países pobres en lugar de pobres países. Reducir el gasto público a lo imprescindible y dejar el desarrollo libre de las microeconomías para los jóvenes, desde el quiosco de cambio de tebeos, hasta el vendedor ambulante con el pago de sólo micro-impuestos.
España debe mantener a toda costa su industria realmente competitiva: el turismo. El inmenso volumen de viviendas de la burbuja inmobiliaria, sobretodo de la costa, debe ser ofrecido a precios “terrestres” a los países menos afectados por el endeudamiento de la década catastrófica. Los bancos deben asumir su capital real inmobiliario. Podrán pagar menos sus créditos si no venden sus viviendas retenidas a la espera de un gran milagro.
Las administraciones deben presentar gastos funcionales y no estructurales. Por ejemplo: los gastos de I+D de un centro de investigación, no puede ser, como es común, del 80 por ciento o más para el personal y menos de un 20 por ciento para la creación de un producto.
Y, sobretodo, limitar las posibilidades de endeudamiento público. Si un gobierno quiere gastar, que se atreva a subir sus impuestos y no a pasarle el muerto al siguiente…
APROXIMACION A LA SINTESIS HISTORIA
El análisis genético nos indica que la gran mayoría de seres humanos sapiens que habita actualmente nuestro planeta es el producto de una muy rápida evolución a partir de un grupo de unos cientos o pocos miles de individuos que por causa de una de las últimas grandes glaciaciones, hace sólo 50.000 años se adentraron probablemente en el inhóspito norte buscando agua y especies que cazar. La capacidad tecnológica era lo suficientemente elevada como para producir armas de caza y defensa, además de poder fabricar embarcaciones lo suficientemente grandes y resistentes para cruzar incluso estrechos y franjas de mares. El poder tecnológico fue lo suficientemente decisivo como para supeditar a las otras especies y homínidos existentes, incluso al resistente hombre de Neandertal.
Durante 40.000 años fueron cazadores y ganaderos nómadas que se expandieron por Eurasia y América y dominaron su ancestral continente África. Con el aumento de población, las zonas de caza se fueron limitando hasta producirse los primeros asentamientos forzados.
En lugar de cazar las manadas de bisontes y otras especies siguiendo sus desplazamientos estacionales, acumularon forraje para alimentar a los animales y establecerlos en un territorio mas limitado y, por tanto, menos conflictivo. Además, el forraje de gramíneas (cereales...) pudo alimentar en circunstancias difíciles a la propia especie humana. Con los primeros asentamientos, se crean las bases de la ganadería y de la agricultura.
Con el establecimiento de las primeras civilizaciones agrarias nacen las fronteras nacionales. Los cambios climáticos, las sequías, la sobrepoblación, en resumen el hambre; hará que las fronteras se traspasen en todos los sentidos. Las invasiones, las alianzas para evitar el desastre, crearán los grandes imperios, donde una autoridad centralizada someterá a los territorios, pero también hará compartir los bienes. Dentro de una situación general de caos evolutivo, Oriente consigue un mayor nivel de equilibrio, que proporcionará una más rápida evolución y sobrepoblación, así como la acumulación consecuente de riqueza y tecnología, favorecido por un lenguaje escrito ideográfico, que facilita el aprendizaje, pero a diferencia del leguaje silábico y alfabético occidental limitará la abstracción y la evolución paralela entre el lenguaje escrito y el hablado.
En África, cuna de la civilización, desde el australopiteco hasta el homo habilis, incluso probable del sapiens; unas más favorables condiciones de supervivencia inhibirán la formación de macrosociedades, salvo en la zona norte.
De cualquier forma, salvo un periodo de cuatro siglos, desde el XVII a inicios del XXI, el mayor volumen de la economía mundial habrá permanecido en Oriente, de donde Occidente siempre ha sido dependiente.
Desde las primeras tecnologías, hasta las especias para la conservación de los alimentos y hasta el ganado caballar y de otras cabañas, Europa siempre mostró dependencia de Oriente, principalmente a través de la denominada “ruta de la seda”, codiciado camino que intentaron controlar desde los egipcios a los persas, macedonios y romanos. A cambio de oro y poco más, Oriente proveía a Occidente de los recursos antedichos. El oro marcó las bases económicas durante muchos siglos, ya que era de lo poco que aceptaba el rico Oriente.
En Occidente, Egipto y el fértil Nilo, así como Mesopotamia serán los polos de desarrollo económico que permitirán la creación de las primeras civilizaciones. Con los asentamientos agrarios, se crean las estructuras suficientemente grandes como para el desarrollo de la civilización sapiens-sapiens basada en la comunicación perdurable de conocimientos por escrito. El tipo de lenguaje escrito será capital en el futuro para el desarrollo científico de Occidente. En Creta, se encuentran los inicios del leguaje silábico, evolucionado del jeroglífico y que a su vez ya en las islas jónicas alcanzará la perfección alfabética.
El nuevo lenguaje alfabético permite avanzar tan rápido el pensamiento como la escritura y, sobretodo, guardar recuerdo escrito de los idiomas de los pueblos con los que se toma contacto, lo que permitirá crear los lazos de comunicación imprescindibles para establecer las primeras relaciones comerciales.
La civilización aquea, de no haberse dispersado y mezclado con otras culturas “místicas” hubiera podido en pocos siglos alcanzar el nivel de la Ilustración. Los primitivos dorios desplazaron a los aqueos pero adoptaron el nuevo lenguaje y, por tanto, la forma de pensar racional, creando las bases de la cultura griega.
Los aqueos ya como fenicios se asentaron en Asia menor e intercambiaron conocimientos a través de los persas con las más tradicionales pero experimentadas culturas orientales. La cultura fenicia aún mantenía los principios básicos de la observación objetiva de la naturaleza y la forma más racional de comunicarse con los pueblos mediante el comercio, posible gracias a su capacidad de comunicación lingüística alfabética. Por otra parte, es lógico que quien aprende a comunicarse con otros, también aprende a comunicarse con su propia conciencia, depurando las ideas y, en suma, haciendo evolucionar el pensamiento.
De alguna forma, el homo sapiens-comerciante es el creador de los lenguajes interculturales “diccionarios” y, por tanto, de la intercomunicación de conocimientos que es la base de la civilización.
Los otros pueblos que han impuesto por la fuerza su cultura no han tenido tantas oportunidades para enriquecer su conocimiento y han acabado siendo víctimas de sus propias tradiciones.
Con las guerras púnicas, los cartagineses descendientes de los fenicios fueron a su vez desplazados por los romanos. El pensamiento romano es mucho más militar y tradicional que renovador y experimental.
Por otra parte, sobretodo desde Justiniano se considera al conocimiento como peligroso, el cual debe estar colegiado y sometido a las escalas de poder que pasará de ser imperial a eclesiástico. Con el cristianismo, el dogma religioso intervendrá todavía más en la administración del pensamiento social. Con Constantino I, que asume probablemente la personificación del Mesías prometido, tal como se observa por el origen del antiguo calendario cristiano, la figura del emperador se orientaliza y adquiere de nuevo la divinidad faraónica. El emperador deja de ser un dios corporal semejante al resto de los humanos para ser una divinidad inmaterial sofista. Otros emperadores de Bizancio asumirán el mismo papel, hasta que en la plaza pública algunos son descuartizados por sus sucesores para demostrar su naturaleza visceral humana. Es evidente que no tomaban las costosas precauciones que los faraones.
Con la separación de las iglesias cristianas de Oriente y de Roma, se reedifica el cristianismo en forma de catolicismo y la figura del Mesías deja de ser la del emperador para situarse tres siglos antes a Constantino. Otra escisión simultánea de la propia iglesia oriental trasciende con Mahoma, que por influencia arriana considera a Cristo, al igual que a Moisés, sólo un profeta.
La expansión musulmana pondrá en interacción las culturas oriental y occidental, lo que será capital para la evolución del pensamiento en Occidente. Al lenguaje alfabético occidental le llegará la numeración algebraica.
Todo lo que se piensa se puede escribir y legarlo a una cultura común gracias al lenguaje alfabético. Es esta la base de la posterior supremacía del pensamiento occidental que, unido a la nueva matemática importada de Oriente, podrá avanzar desde el Renacimiento hasta los límites de la cultura actual, una cultura de base científica que cuando puede es lo suficientemente crítica.
Es decir, la matemática y su aplicación a las culturas menos exactas “la estadística” permitirán despojarse del engaño de la simple palabra. Las cosas ya no serán aceptadas por razones de simple tradición o interés del poder.
Descartes, planteará ya las bases de la duda metódica para librarse de las “manipulaciones culturales del poder”. Es evidente, que la civilización humana requiere someter los intereses individuales a los colectivos y muchas religiones han conseguido con inauditas falsedades someter la voluntad individual a la colectiva y hacer evolucionar de forma pacífica los pueblos en situaciones precarias. Pero, también por razones ideológicas o religiosas se han iniciado los mayores conflictos cruentos.
Incluso en el siglo XXI, la duda metódica está lejos de conseguir filtrar científica o matemáticamente, los tradicionales flujos de desinformación de las estructuras de poder.
Los medios de comunicación no someten en general a ninguna validación estadística las casi siempre interesadas fuentes de información. La globalización de la información mediante Internet permite, no obstante, diversificar las fuentes y seleccionar lo estadístico de lo simplemente reiterado...
La cultura occidental, pese a haber tenido mayor panorama cultural y acceso a la ciencia, se encuentra en clara recesión. El envejecimiento estructural provoca que se encuentre mucho más alejada de sus bases biológicas que otras culturas “más primarias”. La falta de estímulo por el trabajo, de ideales racionales, y un sinfín de intereses sectoriales manipuladores la hacen más débil a las formas más primitivas pero selectivas de cultura. El envejecimiento estructural de Occidente, al igual que en cualquier otra estructura orgánica envejecida, hace prevalecer los intereses sectoriales sobre los globales. En suma, hace prevalecer la estructura sobre la función.
OCCIDENTE:
La incorporación de la matemática al lenguaje y pensamiento alfabéticos fueron el revulsivo que permitió la evolución de la ciencia en Occidente y la segunda revolución industrial “arrastrada” por la máquina de vapor, desde hace sólo dos siglos.
Desde entonces, Occidente ha permanecido en una situación de privilegio inusual con relación a la multimilenaria civilización oriental. De cualquier forma, la tercera revolución industrial, la informática, iniciada en Occidente, ha obtenido un terreno mejor pastado en Oriente y la producción industrial se desplaza hacia la casi siempre sosegada y laboriosa cultura oriental. El capital, por fortuna, no tiene: ni patria ni dios ni rey. El poder económico norteamericano e incluso el más intervenido europeo se están desplazando a las crecientes economías orientales. Por mucho que los intereses políticos occidentales intenten evitarlo, no dejan de ser simples instrumentos del poder económico ya que de el emanan y, por tanto, a el se someterán. Sin duda, mucho peor seria lo contrario... cuando el poder económico se somete al político. La historia no guarda ningún capítulo positivo de tal inversión...
Occidente, y sobretodo Europa, presentan graves problemas de hipercrecimiento estructural, producido cuando la propia estructura, ya sean grupos políticos, gremios, etc... supedita a sus propios intereses el conjunto de la función. La economía europea no podrá ser competitiva, con costes más caros y con sólo los dudosos privilegios de: “la marca”, “el diseño”, confusas e interesadas razones ecológicas y, poco más... Las barreras arancelarias para protegerse de los mercados orientales, lo son siempre en un doble sentido y se pueden pagar a la larga muy caras...
Al igual que pasó después de la crisis económica de entre guerras del siglo pasado, con el consecuente incremento de los nacionalismos, la pérdida de la competitividad de Occidente tiende a cerrar fronteras económicas con la intención de salvaguardar los intereses nacionales, fomentando productos locales en un mercado cerrado, basado en alternativas no competitivas: productos pseudo-ecologicos, “sostenibles”, de proximidad, “eticos”; en suma, productos más caros que puedan tener un mercado ideológico circunscrito, por el mayor coste, a personas de mayor poder adquisitivo, cuando por el contrario la mayoría social occidental tiende a empobrecerse.
LA DESINFORMACIÓN GREMIAL
Siempre tendríamos que tener en cuenta la diferencia entre información y publicidad. Lo que se nos da que no requerimos, como el correo aleatorio que encontramos en los buzones, es casi siempre publicidad.
Información es otra cosa; en general, es lo que buscamos para cubrir las necesidades de nuestro conocimiento y, aun así, tendremos que contrastar las fuentes.
En Occidente, la desindustrialización reduce la clase productiva e incrementa la estructura funcionarial de forma progresiva, como si no estuviera ya sobrecargada y casi colapsada. Los medios de comunicación tradicionales se han visto arroyados por internet y casi ya no se compran en los kioscos. Viven de la publicidad directa o indirecta, buena parte de esa publicidad pseudo-informativa proviene de los gremios que los mantienen y no sólo los políticos. De forma muy reiterada, se airean problemas sociales que requieran de nuevos presupuestos destinados en su mayoría a acrecentar o a crear incluso nuevas estructuras gremiales y, si queda algo, en último lugar, a solucionar los problemas de las personas afectadas; por ejemplo, en España con las víctimas de la violencia de genero...
Es fácil ver los elevados presupuestos que se destinan a este capítulo. Por ejemplo, el servicio telefónico de una comunidad autónoma española de nivel intermedio dedicado a recoger denuncias obtiene un presupuesto de 18 millones de euros al año, es decir, de miles de euros por cada denuncia. Como siempre, se basa en crear estructura, que para algo servirá. La desgracia es que en función de los resultados no sirve para casi nada... Mientras los presupuestos estructurales dedicados a la violencia de género crecen de forma geométrica, los resultados funcionales son imperceptibles. La estadística nos dice, con claridad, que el aumento de presupuesto es independiente a la evolución del número de víctimas, casi invariable cada año. Es decir, dedicar más dinero a la estructura no se traduce en una reducción significativa del número de victimas. Como respuesta gremial se dice que los presupuestos son, naturalmente, insuficientes. Como es lógico, cada gremio arrima el ascua a su sardina, reclamando más dinero aunque signifique más impuestos, que de no controlarse frenarán la economía y crearán más paro. En el problema que nos ocupa, el paro significará más probabilidad de alcoholismo masculino y, por tanto, más probabilidad de violencia de género.
Si hay que solucionar las causas o los efectos, los gremios siempre argumentan que, sin duda, los efectos. Por ejemplo, si las cosas fueran muy mal y hubieran casos de hambruna, antes o por lo menos al mismo tiempo que alimentar a la población sería necesario hacer hospitales con servicios específicos a este nuevo problema que podrían crear además más puestos de trabajo y, sobretodo, una economía protegida de esa que es controlada mejor por la estructura política.
Es fácil confundir socialismo con gremialismo. De hecho, la marca socialismo, por su elevada idealización, se utiliza para casi todo. La han hecho propia: comunistas, nacional socialistas, incluso las social democracias... que son de los más gremialistas. El gremialismo considera que su parte o gremio tiene tanta o más importancia que el conjunto de los intereses de la nación.
Es evidente, que este tipo de política desequilibra el funcionamiento natural de la economía. No quiere decir que los gremios no puedan ser útiles, aunque desde sus orígenes medievales fueron más una alianza de la iglesia con el noble o rey para recaudar parte del esfuerzo de cada sector que una forma de perfeccionar la producción.
La causa del problema es muy simple, si la industria o el sector productivo que genera ingresos al estado se reduce en Occidente, debe suplirse con el incremento del sector de servicios cada vez más numeroso, pero también oneroso, lo que significa, en el mejor de los casos y mientras se pueda, más deuda.
Aunque a la larga sea una economía desastrosa; economía protegida quiere decir economía intervenida por la estructura política y, por tanto, vinculada a ésta. Además de ser la economía líder en temas de corrupción, al ir creciendo cada vez más, genera un sector dependiente que forma un nicho de votantes al sistema político en apariencia protector.
Mientras Occidente se empobrece por la desindustrialización, el sector rural, el más pobre y afectado, se vincula más a la estructura local política y de supuesta autoprotección; haciendo crecer los nacionalismos incluso los localismos, lo que afecta de forma muy negativa a las áreas más productivas metropolitanas que ven reducido su horizonte económico, sobretodo al ser sometidos a políticos con sentimientos cada vez más rurales y ajenos a la economía global.
Por otra parte, el retorno medieval que experimenta Occidente en este siglo XXI conlleva una reducción de los horizontes culturales incomprensibles en la época Internet. La ciencia, uno de los motores de la evolución casi tan importante como el libre comercio, es manipulada, no sólo en sectores no tan rigurosos como la medicina y biología, incluso, las ciencias físicas se ve sometida a intereses comerciales por modelos casi escandalosos. Por ejemplo, por el problema que ya mencionamos del cambio climático y el CO2
EL PROBLEMA DEL CO2
Desde siempre, los mejores ideales han sido el mayor producto de especulación corrupta. Se crean mercados protegidos para salvar la Tierra del incremento de la 0,0004 parte de la masa de la atmósfera de la Tierra que constituye el CO2 (dióxido de carbono), que es el nutriente de tres veces más masa de las plantas vivas y que si no tuviera probablemente una aportación constante desde los mares haría que la vida desapareciera en menos de un año.
Naturalmente, para disfrazar los exiguos valores de ese 0,04 por ciento de CO2 atmosférico, cuando miras en la wikipedia, el contenido de la atmósfera de la Tierra, la redactada desde algún país con déficit de cultura científica pero con mucha especulación ecológica, de golpe, tras las proporciones de los gases más abundantes que si se dan en porcentajes, aparece cuando llegas al CO2: 400 partes por millón, lástima que el millón no pueda aparecer en letra diminuta sin llamar la atención. Por suerte, no todos los países son sólo casi de letras y en la wikipedia en inglés no se atreven a tal manipulación.
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Cualquier crítica de un sistema no merece credibilidad si no aporta la solución compensadora.
En Europa, nos tenemos que adaptar como todos a la globalización y al reto oriental.
Debemos tener un equipo político competente y no de jubilados de los gobiernos locales, que fomente las estructuras productivas y no sedentarias.
En España, los gobiernos deben apoyar a las empresas jóvenes, reduciendo cargas si son de reciente formación y demuestran competitividad. Evitar y penar la intromisión política en el comercio libre. Ayudar a las empresas que se expanden por exportación. Evitar la competencia desleal satisfecha con fondos públicos. Reducir el empleo publico administrativo. Controlar a los gremios y sobretodo a sus padrinos políticos. Controlar el enriquecimiento de los cargos públicos y de sus vinculados. Si se crea empleo público, que satisfaga realmente necesidades objetivas. Que se desautorice a los partidos y gobiernos deficitarios, sobretodo si destacan su déficit sobre la media. Penar las movilizaciones promovidas desde los privilegios de gobierno. Ayudar a las clases desfavorecidas, sobretodo a salir de su rol. Primar el esfuerzo juvenil en los estudios y en el trabajo. Controlar y penar la enseñanza manipuladora o política. Primar la enseñanza científica. Universalizar el conocimiento. Evitar la manipulación política de la cultura. Favorecer el turismo. Primar la actividad en todas las edades. Reducir los cargos públicos y sus ingresos desproporcionados. Evitar los privilegios gremiales.