SÍNTESIS BIOMÉDICA 2
ANTECEDENTES DE LA VIDA para saturar su órbita externa de electrones hasta alcanzar el número de ocho, requieren cuatro nuevos electrones o desprenderse de sus cuatro; por tanto, sus elementos complementarios son los propios carbonoides ( principalmente carbono y silicio).
El carbono y el silicio al no ser metales (cededores de electrones) no son
Los elementos ligeros del grupo IV son el carbono y silicio. Estos elementos, buenos conductores, pero tampoco son tan asimiladores de electrones o malos conductores como los halógenos. Por esta posición intermedia en la tabla de Mendeleiev se comportan como semiconductores.
Los elementos semiconductores sometidos a la acción de un flujo electrónico acumulan sin asimilarla gran cantidad de carga eléctrica polarizándose. El carbono ionizado en presencia hidrógeno y otros elementos afines entre sí, hace de esqueleto en reacciones de polimerización que, en condiciones favorables origina macromoléculas.
El silicio se polimeriza formando cadenas, pero son sólidas y muy estables con un escaso número escaso de monómeros. Por el contrario, las cadenas de carbono, a temperatura del agua líquida, conservan su elasticidad de gas o líquido aún en estructuras bastante complejas.
La polimerización sucesiva del carbono alcanza estructuras macromoleculares con gran facilidad y siempre bajo la acción ionizante de flujos de electrones, ya sean producidos por una corriente eléctrica o por el plasma de una radiofuente estelar cercana.
En el Universo, con preferencia cerca de las radiofuentes, se observa espectrocópicamente la presencia de moléculas orgánicas e incluso la existencia de macromoléculas bastante complejas.
Las moléculas orgánicas hasta el nivel de complejidad de los aminoácidos se sintetizan en el espacio por el efecto ionizante de las estrellas o radiofuentes de alta energía.
La síntesis orgánica de las proteínas puede tener lugar en el espacio interestelar o más probablemente en los mares planetarios, bajo los mismos efectos ionizantes de radiación ya sean estelares o geotérmicos.
No existe un límite claro de que molécula puede considerarse vida, es decir, capaz de auto-reproducirse, ya que dependerá de las condiciones nutrientes del medio, su complejidad y capacidad de síntesis. Más bien, podríamos
decir que nutrido y nutriente se conjugan y polimerizan en una estructura repetida.
Nosotros vamos a definir a dicha molécula como ARN(o), siendo el radical (o) todavía desconocido.
El ARN(o) que definimos como ácido ribonucleico original, por efecto siempre de la síntesis ionizante, se formó en los mares primitivos densos en proteínas y aminoácidos. Muy probablemente, este fenómeno sea común en el Universo, ya que la síntesis de macromoléculas antecesoras como los aminoácidos es común.
EL ARN(o) puede considerarse la forma original de vida, ya que es capaz de reproducirse en un medio abundante de moléculas pre-biológicas (aminoácidos, proteínas). Es decir, por primera vez se puede dar la reacción orgánica conocida por vida:
X + R o X+ N+ R = X + X + D , siendo X, probablemente el ARN(o), R= radiación, N =nutrientes (proteínas, etc...), D = residuos orgánicos
y químicos.
Una complejificación del ARN(o) sería el ARN(p), capaz de diversificarse en estructuras más complejas.
El ARN(p) ácido ribonucleico con estructura proteica u orgánica protectora vinculada (p); se formó también por síntesis y tiene la virtud de sobrevivir en condiciones no idóneas al suministrarse energía del vínculo proteico (p). También, al adoptar formas inertes inorgánicas, como la cristalización en las formas más simples. El ADN (ácido desoxirribonucleico, estructura múltiple del ARN de doble cadena que codifica o vertebra los organismos complejos) y los propios virus pueden considerarse ARN(p).
El ARN(p) es posible que pueda alcanzar la panspermia interplanetaria. Es decir, el ARN(p) podría dispersarse por el espacio y, en condiciones muy favorables, alcanzar planetas con agua líquida y riqueza de materia organica donde volver a reproducirse.
La evolución biológica es las diferentes formas de complejidad que adopta (p), la estructura protectora del ARN(p), como consecuencia de la adaptación selectiva al medio.
Debe entenderse siempre que las diferentes formas de vida son producto de la complejidad del ARN(p), ya sea en forma de simples estructuras víricas, microorganismos, “colonias simples” unicelulares o “macrocolonias” pluricelulares.
La estructura biológica siempre está en función de la adaptación del ARN(p) y a su servicio, al igual que una ciudad (célula) o una nación (organismo pluricelular) es dependiente de las necesidades de su población de humanos.
Desde el virus más simple hasta el hombre, las diferentes estructuras biológicas son debidas a las distintas formas de evolución de la estructura protectora (p) del ARN(p), causadas por las diferentes circunstancias que han afectado al proceso evolutivo de cada una de ellas.
Las diferentes estructuras que constituyen los organismos vivos deben ser más consideradas como “colonias de individuos ARN (p)” que unidades biológicas propiamente dichas ya sean vegetales o animales. Por tanto, el estudio del comportamiento fisiológico de los organismos debe ser más potenciado desde una visión de “sociología de colonia biológica” que desde una identidad global, visión que puede facilitar mucho más un conocimiento más sintético de los problemas biológicos y médicos.
Cualquier organismo complejo es una colonia o colonias de ARN(p) vertebrada por su esqueleto de ADN. Desde otro punto de vista, podríamos considerar que es también una estructura simbiótica o estable entre un esqueleto de ADN, con éxito adaptativo, y las proteínas que se refugian en él, siempre bajo la premisa fundamental de la máxima probabilidad de conservación de la materia en una estructura, que es la simple selección natural de la misma. Es decir, si es estable, funciona y, por tanto subsiste.
La evolución biológica responde como cualquier otro proceso físico del Universo a causas primarias físicas y no va dirigida hacia ningún fin predeterminado, como el ser humano o “la inteligencia”. Nunca los efectos anteceden a las causas.
Hace unos 3500 millones de años, la Tierra alcanzó la estabilidad meteorítica necesaria para que las formas más simples de la vida pudieran florecer. La Tierra no estaba libre de grandes extinciones, pero debido al mayor intervalo de los grandes impactos de asteroides y a su menor masa causaban extinciones inferiores al 100 por ciento de la biomasa.
Los anfibios ocupan la Tierra
Una pequeña fracción de la biomasa ocupa las orillas de los mares, un territorio hostil fuera del agua biológica, pero libre de depredadores.
La vida en forma de organismos anfibios y más tarde reptiles, avanzará primero en incursiones en las orillas de los bajos fondos marinos de una Tierra con pocos relieves de la era secundaria y, posteriormente, se adentrará en los continentes, cuando el metabolismo sea suficiente.
Durante prolongados periodos la superfice de nuestro planeta ha quedado en reposo tectónico casi absoluto. La sedimentación ha hecho que el volumen de aguas continentales fuera inmenso, además de formar taludes muy extensos. En tas circunstancias, la hidrosfera y la litosfera se mezclan mucho más. La vida encuentra entonces áreas mucho más extensas para desarrollarse.
Reptiles
Los cambios térmicos fuera de la biológica agua son mucho más intensos, el aumento del metabolismo y otros recursos calóricos es fundamental para mantener la temperatura del cuerpo en condiciones aceptables. El hostil oxígeno para las formas más primarias de vida, se convierte el principal aliado de un metabolismo más activo ya que proporciona, como comburente, una combustión mucho más intensa en la “fábrica de la vida”.
Los grandes reptiles del triásico y, sobretodo, del jurásico viven, en los extensos taludes marinos y lacustres de la suave superficie terrestre, donde más de un diez por ciento de las aguas son continentales y con un fondo medio de pocos metros.
Esta circunstancia es fundamental para que los grandes reptiles puedan aguantar su propio peso y tener una movilidad aceptable. Tengamos en cuenta que el elefante actual está cerca del límite físico de sus posibilidades de vida. Es evidente, que de no haber sucedido el último plegamiento terciario la Tierra tendría otra fisonomía. En un estado de reposo tectónico y de mayor temperatura media el volumen de aguas continentales es muy superior y sobretodo la extensión.
El mayor tamaño de un organismo es un recurso natural de subsistencia. Implica mayor capacidad de defensa a expensas de una mayor lentitud en el ataque o la simple movilidad. En las actuales condiciones geológicas y biológicas, los elefantes tienen el tamaño suficiente para poder ignorar a los leones. O los mamuts lo tuvieron para soportar a los tigres. Una masa desmesurada no plantea ventajas fuera del agua.
En la era secundaria los taludes continentales son extensísimos. La abundancia de biomasa en los taludes hace que se desarrolle una importante pirámide biológica, ahora sólo residual. Las aguas continentales abundantes y muy poco caudalosas se extienden desdibujando los límites de la propia costa. La vida siempre ha estado vinculada al agua y salvo en condiciones anómalas no se ha alejado de ella. Debemos entender que los grandes saurios podían vivir en esa orografía y no en la actual.
Terápsidos y mamíferos
La defensa del frío faculta a la supervivencia en zonas inhóspitas, pero libres de depredadores. Un metabolismo más alto, pelo y plumas con mayor capacidad de aislamiento térmico y el mantenimiento de las crías en el protegido seno materno, crearán nuevas formas de vida más resistentes al frío, pero también más voraces.
HACE 65 MILLONES DE AÑOS SOBREVINO LA ÚLTIMA GRAN EXTINCIÓN
Un asteroide o cometa de más de siete kilómetros de diámetro acabó con gran parte de las especies existentes hace 65 millones de años, incluyendo los dinosaurios.
De cualquier forma, la vida de las especies supervivientes se transformó y marco el inicio de la expansión de los roedores.
Libres de depredadores invadieron la superficie terrestre. Pasando de alimentarse de las raíces, grano o poco más que sobrevivió a la gran extinción, a formar una propia pirámide de mamíferos sometidos a una fuerte selección darán lugar a las especies actuales.
TABLA DE ALGUNAS ESPECIES Y SU TAMAÑO GENÉTICO
ESPECIE M.BASES T.SOMAS
0.15 |
182 |
|
2.2 |
2300 |
|
4.6 |
4400 |
|
12 |
5800 |
|
97 |
19000 |
|
125 |
25500 |
|
Drosophila melanogaster(mosca) |
180 |
13700 |
Oryza sativa(arroz) |
466 |
45000-55000 |
Mus musculus(ratón) |
2500 |
29000 |
Homo sapiens(ser humano) |
2900 |
27000 |
Desde hace unas décadas, gracias a los avances de la informática, la ingeniería genética nos ha permitido conocer el historial evolutivo de muchas especies incluida la humana.
Según la tabla adjunta que relaciona el número de bases del genoma con la extensión cromosómica es posible ver que el genoma, es decir, la historia genética, vincula a algunas especies que aparentemente no estaban relacionadas, como los delfines con los murciélagos; al igual que desvincula a otras, como el panda gigante de otros simplemente parecidas como el panda común.
Lo que si que queda genéticamente claro es que los mamíferos provenimos de probables roedores diminutos que sobrevivieron a la última gran extinción meteorítica de hace 65 millones de años, un “cuello de botella de pequeños mamíferos”.
También, el genoma nos ha descubierto que todos los humanos actuales somos descendientes de los supervivientes de otro “cuello de botella evolutivo” de sólo unos cientos de individuos de hace unos 70.000 años.
Es evidente que la solidez o estabilidad de una especie limita su crecimiento genómico, al igual que la propia estructura. Las mezclas genéticas sobretodo en el mundo vegetal hace crecer el genoma, como en el pino americano, muy por encima en el número de bases que otras especies que creemos muy evolucionadas como el propio ser humano.
También, se observan especies híbridas de animales que aun siendo complejos como lo es un anfibio han sufrido autenticas conjugaciones genéticas inter-específicas, como ajolote mejicano, cuya capacidad de regeneración le ha permitido mezclas genéticas complejas que le hacen el récord genómico de 35.000 Mbases, genóma que permitiría ver que es el “hijo” casi imposible de por lo menos diez especies distintas y, por el contrario, es común la partenogénesis, un autentico “monstruo” genético, aunque su disfrazado aspecto sea realmente simpático.
Los primeros simios
Determinados tipos de roedores arborícolas parecen ser los antecesores de los primeros simios antecesores de la especie humana.
Australopitecos
África es el continente de donde parece irradiar la especie humana. Aunque hay fuertes diferencias genéticas con los antecesores de Oceanía, no parece probable que los humanos no provengamos todos de unos pocos individuos australopitecos que tuvieron la fortuna de hacerse cazadores.
La cultura del lago Turkana es el inicio de una forma tecnológica de caza que significara la dominancia del hombre hábil. La caza es el origen de la inteligencia. No sólo el construir útiles de caza significa hacer hábil al hombre, la necesidad de comunicación en la caza en grupo lo hace sociable y el lenguaje utilizado para comunicarse en pensante o sapiens. Al igual que los cánidos o los delfines son sociales e inteligentes por cazar en grupo, los humanos experimentarán un proceso semejante, pero más intenso. No olvidemos, que los humanos además poseen unas manos que de asirse a los árboles, les hizo constructores.
Las manos tecnológicas y la inteligencia del hablador, unidas son el revulsivo de la especie humana. Por otra parte, la capacidad manual de conservar las ideas en la escritura creó al homo sapiens sapiens, sólo hace unos pocos miles de años.
La historia de la humanidad se puede dividir en las fases de sus hábitos de subsistencia.
Fase pre-homínido, sedentario herbívoro, ya descrita del australopiteco.
Fase de homínido-cazador a sapiens sapiens.- Fuerte incremento de la inteligencia (de homo habilis a sápiens). Expansión por todo el planeta progresivo perfeccionamiento del lenguaje y, por tanto, de la inteligencia.
Fase sapiens-cazador a sapiens-sapiens cazador-ganadero.-
La emigración tras la caza le hace nómada, pero el mantenimiento al final del periodo de un equilibrio ecológico, con la conservación de forraje para los animales y para si mismo durante el invierno, lo convierten en ganadero y territorial-trasumante. La comunicación ideográfica con dibujos facilitados por los primeros asentamientos lo convierten en sapiens-sapiens.
Fase ganadera-agraria a grandes asentamientos-nacionales.-
Del forraje para los animales nace la agricultura. Además de dar de comer a los animales, los cereales proporcionan subsistencia incluso al ser humano. Los asentamientos de grandes proporciones son la causa de ala formación de grandes agrupaciones supra-familiares o supra-tribales.
La creación de grandes asentamientos requiere de la especialización de la población. Nacen los ejercitos como medio para compartir los recursos de defensa que casi siempre llegan a alcanzar el poder y el sometimiento del resto de la población a la figura del general en jefe o rey.
Los grandes asentamientos permiten crear el comercio con los intercambios de excedentes agrarios o ganaderos. El comercio creará las oportunidades de productos incluso no imprescindibles para la subsistencia o la defensa. Se crean los productos de consumo y las rutas comerciales que posibilitan además los intercambios culturales, gracias al perfeccionamiento de la comunicación ideográfica cuando se alcanza la escritura alfabética.
Volumen de información significa volumen de conciencia, con la adquisición de la escritura se posibilita un fuerte perfeccionamiento del lenguaje y, por tanto, del pensamiento.
Los grandes imperios fluviales.
El agua es consustancial con la agricultura y los primeros pueblos ganaderos se asentaron junto a los grandes ríos de las zonas más cálidas de Eurasia. Tigris, Eufrates, Nilo, Indo, Ganges son algunos de los ríos más significativos para el inicio de los grandes asentamientos agrarios y ganaderos.
Desde el inicio de las ciudades estados y de las agrupaciones de estas en naciones, la lucha por el mantenimiento del territorio se hizo constante. Con el crecimiento de las naciones se alcanza una pirámide funcional cada vez más compleja. No obstante, la agricultura significa estabilidad y menor beligerancia entre los competidores para la subsistencia.
LA DIFICULTAD DE LA VIDA SAPIENS CON UN CUERPO HABILIS
Desde hace más de un millón de años evolucionó el homo hábilis, cazador y, por tanto, carnivoro.
Se trata de unas 50.000 generaciones que han marcado la pauta de más del 99 por ciento de la pequeña sección del código genético humano, el que nos diferencia de los “primos antropoides”.
Menos del uno por ciento de la sección del código restante se debe a la evolución sapiens. También, el análisis genético nos indica que la gran mayoría de seres humanos sapiens que habita actualmente nuestro planeta es el producto de una muy rápida evolución a partir de un grupo de unos cientos o pocos miles de individuos que por causa de una de las últimas grandes glaciaciones, hace sólo 50.000 años se adentraron, probablemente en el inhóspito norte buscando agua y especies que cazar. La capacidad tecnológica era lo suficientemente elevada como para producir armas de caza y defensa, además de poder fabricar embarcaciones lo suficientemente grandes y resistentes para cruzar incluso estrechos y franjas de mares. El poder tecnológico fue lo suficientemente decisivo como para supeditar a las otras especies y homínidos existentes, incluso al resistente hombre de Neandertal.
Durante 40.000 años fueron cazadores y ganaderos nómadas que se expandieron por Eurasia y América y dominaron su ancestral continente África. Con el aumento de población, las zonas de caza se fueron limitando hasta producirse los primeros asentamientos forzados.
En lugar de cazar las manadas de bisontes y otras especies siguiendo sus desplazamientos estacionales, acumularon forraje para alimentar a los animales y establecerlos en un territorio mas limitado y, por tanto, menos conflictivo. Además, el forraje de gramíneas (cereales...) pudo alimentar en circunstancias difíciles a la propia especie humana. Con los primeros asentamientos, se crean las bases de la ganadería y de la agricultura.
Con el establecimiento de las primeras civilizaciones agrarias nacen las fronteras nacionales, la escritura y, por tanto, el homo sapiens-sapiens actual.
Si tuvieramos que seccionar nuestro código genético del pequeño dos por ciento que nos diferencia del de los antropoides, el 1.80% corresponde a nuestra fase hábilis: 50.000 generaciones, 0,19 a nuestra fase sapiens: 5.000 generaciones. Por último, casi nada; 150 generaciones a nuestra condición sin casi variaciones genéticas evolutivas, aunque si involutivas; a nuestra fase sapiens sapiens.
Nuestro cuerpo actual sigue siendo de base el de un humano cazador, con una distancia media de atención visual de decenas de metros, que no se sienta de forma habitual, que corre aunque no de forma prolongada detrás de sus presas, aunque si camina constantemente.
Se nutre preferentemente de carne aunque no todos los días.
Con la misma constitución física, el sapiens sapiens actual, de las incipientes algo más de 100 generaciones, en muchos casos se sienta de forma muy prolongada delante de su despacho, ordenador, mesa de trabajo, aplastando en el caso de los machos, su próstata, forzando su vista a un campo de visión inferior a un metro que le creará problemas de miopía. Comiendo varias veces al día con una acumulación de grasas y, sobretodo, haciendo uso de su limitadísima área del habla de Broca, para sustituir al resto de cerebro, en un nuevo pensamiento conceptual, además, claro está, de deteriorarse a marchas forzadas por su falta de autoselección natural.
Otro de los problemas de inadaptación lo constituye el sistema inmunológico.
A medida que los humanos se han ido librando de los diferentes niveles de parásitos, sobretodo por la higiene, se ha dejado de tener, en los países más avanzados, grandes parásitos como: triquinas, tenias, etc... que se observan de forma habitual en las antiguas momias egipcias y que se producían por la mala conservación de los alimentos.
También, y ya en los últimos cien años, se fueron limitando las enfermedades bacterianas, como consecuencia, además de la higiene; de vacunas, antibióticos..., quedando pendiente la solución de las infecciones virales, como la simple gripe.
El sistema inmunológico humano como el de cualquier especie, tiene diferentes líneas de defensa:
Como cualquier organismo vivo, el cuerpo humano es una colonia evolucionada como dijimos de ARNp. En las fronteras de la colonia que constituye nuestro organismo se encuentran los “bárbaros saprófitos”, antiguos parásitos bacterianos con los que las legiones fagocitas han llegado a un entendimiento tras muchas luchas históricas. Se les alimenta, como a la e-coli que nos ayuda a metabolizar alimentos cárnicos.
El problema es que los virus, que por lo simples, prácticamente no nos afectarían, si que atacan a los “bárbaros saprofitos”, ya que su sistema de reproducción es por invasión de las bacterias y replicación en el seno de las mismas. Naturalmente, como consecuencia al ataque vírico de las bacterias, en la frontera, se produce el desastre del desequilibrio inmunológico. Con la infiltración de las bacterias antiguas aliadas y ahora mutadas, además de probables nuevas extrañas.
Este es el caso común de pre-infección vírica y posterior infección bacteriana. Pero no es éste el único problema. La vida higiénica y de infecciones limitadas, como sucedía con la guardia pretoriana, el peligro de quedarse sin empleo por falta de trabajo potencia la sobreactividad de nuestros fagocitos, actuando de forma desmedida incluso contra nuestros “bárbaros saprófitos”, creando respuestas inmunológicas desproporcionadas en forma de alergias
Un claro ejemplo, es que si con el frio sobreviene determinado tipo de infecciones arraigadas, como: gripes estacionales o resfriados; el simple condicionante de la temperatura crea reacciones alérgicas infundadas. Es decir, el sentir frío es causa de que nuestros fagocitos actúen de forma preventiva contra los “barbaros saprófitos”, creando insurrección en los los organismos de frontera al romper el equilibrio inmunológico.
Debemos entender que nuestro organismo, como cualquier otro, como hemos dicho, es en esencia una colonia de ARN(p), pero también lo es de alguna forma de otras formas de ARN(p´). Se ha determinado que parásitos como el ciliado de la mixomatosis convive con nosotros y otras especies en un elevado porcentaje de casos, incluso influyendo en el comportamiento global del organismo. Así, pruebas de laboratorio determinan que ratas afectadas de mixomatosis puedan generar un comportamiento menos evasivo con los gatos, simplemente para poder ser devoradas y que el ciliado pueda incorporarse al organismo del gato.
Esta especie de hibridación colonial interespecifica en un mismo organismo queda patente ahora con el análisis de genomas que incluso aparentan ser conjugaciones de diversas especies, tal es el caso del ajolote mejicano.
También, queda patente que cuando la “colonia organismo”, como el cuerpo humano envejece y pierde la consistencia y seguridad funcional, determinadas “colonias-parasitas o saprofitas” prefieran “buscarse la vida de otra forma”, aunque dicha forma sea una estructura cancerosa, de ahí que sin duda sería interesante investigar que mecanismos biológicos crean sensación de fortaleza o juventud para que el conjunto de la colonia-organismo mantenga el equilibrio inter-específico de sus ARN(p) pobladores...
A partir de aquí se pueden plantear cuestiones relativas de interés...
¿Algunos procesos infecciosos son realmente desmesuras alérgicas?
¿ Una alergia inducida puede mitigar a otra grave?
¿Los procesos víricos pueden ser más alérgicos que infecciosos?
¿Estimular alergias preventivas, puede ser conveniente?
Si el auto-conocimiento de los problemas psíquicos puede resolverlos, ¿puede extrapolarse a algunos biológicos...?
En resumen, la mejor medicina preventiva sería, dentro de lo posible de las circunstancias actuales,
emular las condiciones de nuestra raíz genética: caminar unos 20 kilómetros al día, con algunas ligeras carreras de menos de 100 metros., comer a lo sumo una vez al día una dieta moderada sin despreciar la carne. Beber mucha agua que antaño nos hacía eliminar sales. Recurrir a áreas alternativas al área del habla de nuestro cerebro para conceptualizar. Por ejemplo, escribiendo más nuestros pensamientos, es una forma además de externalizar nuestra memoria y de recurrir a otras áreas de nuestro cerebro más amplias. No hemos tenido tantas generaciones para evolucionar el área de Broca (lenguaje) como los delfines. Cuando en el futuro sea así tendremos un pepino en la frente como los delfines.
Gracias a la estadística podemos llamar ya ciencia a lo que antes eran simples tradiciones y culturas biomédicas. Es evidente, que desde la antigüedad la cirugía ha ofrecido resultados progresivamente positivos y que ya en la actualidad y todavía más en un futuro próximo; con la ayuda de la informática y la robótica la tecno-cirugía pueda llegar a alcanzar niveles muy elevados de eficiencia y adquiera posibilidades insospechadas.
En otras áreas de la medicina, las cosas no son tan claras y la necesidad de obtener rentabilidad, en muchas empresas ha hecho que la informática y la estadística no sean tan aplicadas y consistentes como debería ser.
La rentabilidad inmediata, el poder gremial, la falta de control en un sector extremadamente manipulador y con demasiada influencia política; hace que áreas como la producción de medicamentos ofrezcan capítulos incluso muy desagradables.
No queremos decir con ello que el sector de los medicamentos no deba regirse por las leyes de la libre economía, como cualquier otro si se quiere que realmente sea competitivo. El problema es el contrario, se trata de un sector excesivamente vinculado a la economía intervenida o política, donde el dinero público mal administrado fomenta: corrupción, desequilibrios y complicidades que además de fomentar un gasto descomunal puede llegar a ser incluso muy nocivo para la salud pública.
El comercio del medicamento está, salvo honrosas excepciones, todavía muy lejos de cumplir con sus bases deontológicas.
Aparte de capítulos oscuros sobre nuevos productos biotecnológicos, bastantes empresas farmacéuticas practican una forma de venta que se denomina “agresiva”, cuando debería definirse como bochornosa, con la complicidad que va desde el médico de cabecera a no pocos ministros de sanidad o, incluso, cargos de mayor nivel político. Basta remitirse a los escándalos con costes de miles de millones de euros de compras masivas de supuestos antivirales, o a nuevos productos farmacéuticos supuestamente milagrosos, cuyo coste por paciente es de miles de euros o dólares, que se prescriben bajo el chantaje de que la administración deba sufragarlos, incluso, sin o con muy dudosas pruebas estadísticas. Por otra parte, las nuevas líneas de medicamentos parecen dirigirse al unísono hacia los remedios perdurables o paliativos, alejándose de los productos resolutivos. Parece que cada vez menos cosas puedan curarse del todo.